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yculturalesque interactúanyseamplían formando
complejoscircuitossociales. Éstoshansidoel resul-
tadodeunademandade trabajadores inmigrantes,
ocasionada por las transformaciones económicas,
que repercuten en una organización espacial
(Sassen, 1993). Actualmente, los sudamericanos
radicanensumayoríaen losestadosdeFlorida,New
York y New Jersey; los centroamericanos, en Cali-
fornia, Texasy Florida; y losmexicanos, enCalifornia,
Texas e Illinois (véasemapa1).
La migración internacional es un fenómeno
social complejocon repercusionesenel bienestar de
losmigrantes y que se traduce en su estado de sa-
lud física, mental y social. Para entender tal relación
es necesario abordar algunos de sus determinantes
sociales de carácter estructural e intermedio. Entre
los primeros se ubican las características sociode-
mográficasde los inmigrantes, pueséstas revelan los
condicionantesynecesidadesqueenfrentanenel país
de destino; mientras que los intermedios evidencian
diferenciasen laaccesibilidada losserviciosmédicos.
Estructurapoblacional
Lapirámidepoblacional de losnativosblancossugiere
unhistorialdebajafecundidadybajamortalidad,dada
suformarectangularen labasesobresaliendo lagene-
ración del baby-boom así como una gran proporción
de personas en edad avanzada. Por su parte, la es-
tructurapoblacional de los latinoamericanosmuestra
efectos propios de la inmigraciónmediante una base
estrecha, es decir, un pequeño porcentaje de niños y
un gran crecimiento en la sección media, reflejando
unaltoporcentajedeadultosenedadde trabajar. Por
ello,mientrasen losnativosblancosun65por ciento
espartedel grupoenedad laboral, en laspoblaciones
de inmigrantes es de 87 por ciento, en promedio
(véasegráfica1).
En tanto, la composición por sexo en los
mexicanos y centroamericanos evidencia una asi-
metría, pues hay unamayor cantidad de hombres
que de mujeres, registrándose el caso contra-
rio en la población sudamericana y nativa blanca.
Durante el periodo 2010-2014, para los primeros
grupos, por cada cienmujeres se identificaron113
byeconomic transformations, which impact the in-
ternational distribution of work and workers (Sas-
sen, 1993). SouthAmerican immigrants in the
U.S.
currently reside mainly in Florida, New York and
New Jersey; Central Americans inCalifornia, Texas
and Florida; andMexicans in California, Texas and
Illinois (seeMap1).
International migration is thus a complex
social phenomenon that impactsmigrants’ welfare
andtheirstateofphysical,mentalandsocialhealth.
To understand the relationship betweenmigration
and health it is necessary to analyze some of the
structural and intermediary social determinants of
health. The former include the socio-demographic
characteristics of immigrants, which reveal the
constraints andneeds they face in their countryof
origin, while intermediary reasons reflect differen-
ces inaccess tomedical services currently.
Population structure
The population pyramid of
US
-born whites re-
flects a history of low birth rates and low mor-
tality given its rectangular shape at the base,
especially among the baby-boom generation and
older groups. Conversely, thepopulation structure
of Latin American immigrants in the
U.S.
shows
the effects of immigration, with a small percent-
age of children and a considerable proportion of
young adults ages, reflecting a high percentage of
adults of working age. Consequently, only65%of
US
-bornwhitesareofworkingagecompared toan
averageof 87%of all immigrants (seeChart 1).
Thegender balanceofMexican andCentral
American immigrants is different than that of the
South American and
US
-born population. Among
the former there aremoremen thanwomen, while
the opposite is true of the latter. During 2010-
2014, among the Mexican immigrant population
therewere113men per 100women amongCen-
tralAmerican immigrants108menper100women.
In contrast, among
US
-bornwhites, there were 97
menper 100women and amongSouthAmericans
91menper100women.Thisgenderdistribution is
linked to two circumstances. First, among
US
-born
migración y salud •
migration and health