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El retorno en el nuevo escenario de la migración entre México y Estados Unidos
manera que, con diferencias en la redistribución media de la estructura ocupa-
cional, las y los migrantes de retorno están subrepresentados en la parte alta, es
decir, en aquellas ocupaciones que requieren de mayores habilidades y capacida-
des, incluso en el caso de las mujeres retornadas que, como se vio en el capítulo 3
(véase gráfica 3.16), mostraron niveles de educación notablemente más altos que
sus pares varones.
La explicación de esta situación ocupacional se vincula con la incógnita de si
al regresar de una estancia en el exterior estas personas pueden transferir las habi-
lidades adquiridas en el mercado laboral estadounidense. Además, si eso fuera así,
no se conoce el tiempo que ocurrió desde su regreso –pueden ser unos días o hasta
cinco años–, lo que dificulta saber si las diferencias en la inserción ocupacional se
deben, en mayor o en menor medida, a un efecto del tiempo de estancia. Diver-
sos trabajos han debatido acerca de las implicaciones que la experiencia migrato-
ria puede tener. Algunos de ellos sostienen que la posesión de un mayor capital
humano favorece el proceso de inserción (Cassarino, 2004; Durand, 2004) y que
la experiencia migratoria de las personas que regresan puede implicar ganancias en
capital físico y humano, en la medida en que pueden haber adquirido nuevas com-
petencias y habilidades por haberse incorporado en espacios con capitales sociales
y económicos mayores (Cobo, 2008). Otros autores, por el contrario, advierten
que estas destrezas y habilidades que las personas migrantes traen consigo no
necesariamente podrían repercutir en mayor productividad y beneficio laboral en
el contexto de retorno (Conway y Cohen, 1998).
Un estudio reciente analizó la reinserción de los migrantes de retorno en el
mercado de trabajo del Distrito Federal y de Tijuana y examinó específicamen-
te el rol de la experiencia laboral, las habilidades y las competencias adquiridas
por esas personas durante su estancia migratoria en Estados Unidos, así como su
aprovechamiento en su reinserción laboral. Los resultados indican que en el país
del norte trabajaron en empleos situados en la construcción y en los servicios de
limpieza y mantenimiento, como operadores en fábricas, en puestos de cocina y
carpintería, como trabajadores de apoyo, en mecánica y mantenimiento de autos
y que, tras el retorno, se insertaron en sectores con condiciones laborales poco
favorables y donde las habilidades y destrezas aprendidas no son factibles de apro-
vechar satisfactoriamente, en virtud de las características del mercado de trabajo
en el que se reincorporan, así como por la falta de reconocimiento y certificación
de esas habilidades (Padilla y Jardón, 2014).