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El retorno en el nuevo escenario de la migración entre México y Estados Unidos
El grupo de jóvenes entre 15 y 24 años tiene niveles de no asistencia mucho
mayores que los grupos precedentes. Esto es así porque muchos de ellos comienzan
a insertarse en el mercado de trabajo. No obstante, otro indicador positivo es el
incremento en la década de quienes asisten a la escuela. A pesar de ello, persis-
ten las brechas en relación con la condición de migración: en 2010, los hombres
retornados de esas edades que acudían a la escuela representan el 12.8 por ciento
con respecto a los no retornados, con el 41.6 por ciento; en el caso de las mujeres la
relación es de 30.3 y 40.6 por ciento, respectivamente (véase cuadro 4.9). En
la región Tradicional y la Sur-sureste las y los jóvenes registran menores niveles
de asistencia escolar.
Aunque el balance general de la década es el logro de una mayor cobertura
en términos de asistencia escolar, para la población retornada esta situación no
se constata en las y los niños entre 6 y 11 años, un grupo que, como se apreció
en el capítulo 3, tuvo tasas muy altas de retorno. Las dificultades en esta pobla-
ción provienen muy posiblemente de que los primeros años de socialización los
vivieron en Estados Unidos, en una cultura diferente y especialmente con un
idioma distinto, aspectos que obstaculizan la integración escolar (y que a su vez
generan discriminación, maltrato y conducir a situaciones de depresión en las y los
infantes). Pero más allá de esas condiciones, existen factores institucionales que
obstruyen su incorporación a la escuela, tales como la exigencia de actas de naci-
miento, constancias de estudio en el exterior u otros requisitos administrativos con
los que los padres no pueden cumplir. Estas trabas, sin duda, vulneran el derecho
a la educación en la niñez retornada.
En el apartado previo se mostraron las características de la inserción laboral,
así como las condiciones en las que ésta se presenta para la población y cómo
la condición de migrante de retorno incide en este aspecto. Posteriormente se
analizó el papel de la escuela como otra de las instancias centrales en el proceso
de integración. A continuación, en el cuadro 4.10 se identifican las situaciones de
inserción en alguna de las dos instituciones analizadas (escuela y trabajo), dadas
por la asistencia a la escuela, la participación en el mercado laboral, la combina-
ción de ambas situaciones, y, finalmente, la no pertenencia a ninguna de las dos.
El primer hallazgo es que las personas migrantes retornadas se encuentran en
mayor medida excluidas del sistema educativo y del mercado laboral, en compa-
ración con quienes no son retornadas. Este patrón se advierte en ambos años de
observación para los dos sexos. En otras palabras, aquellas personas que se enfrentan