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El retorno no voluntario y los cambios en la política de Estados Unidos...
6.2. Evolución de las
aprehensiones de migrantes
irregulares en Estados Unidos
Hoy más que nunca se confirma el hecho de que una política migratoria, en este
caso una política básicamente unilateral, puede modificar la dinámica de la migra-
ción entre dos países (Mármora, 2002). En el caso de la migración de mexicanos
a los Estados Unidos, una conjunción de factores, entre los que destacan la crisis
económica de 2008 y los cambios en la política migratoria en el vecino país, dieron
paso a un nuevo momento de la migración entre ambos países, según se planteó
en la introducción de este libro.
La aprehensión y la deportación de migrantes mexicanos irregulares han estado
ligadas a la historia de la migración mexicana hacia ese país. De hecho, las esta-
dísticas oficiales sobre aprehensiones contienen series históricas desde 1925 hasta
nuestros días. En el 2000 se registró el mayor número de aprehensiones, justamente
un año antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En ese año, la cifra
ascendió a 1.8 millones, de los cuales 1.7 millones correspondieron a aprehen-
siones de población mexicana, o sea el 96 por ciento del total (véase cuadro 6.1).
Hasta antes de la creación del Departamento de Seguridad Nacional en 2002,
la antigua agencia dedicada a detener y deportar a migrantes mexicanos en su
intento de cruzar la frontera era la Patrulla Fronteriza (
U.S. Border Patrol
). Prác-
ticamente, se trataba de una política persecutoria concentrada en la frontera sur
de Estados Unidos, en donde la aprehensión no iba aparejada a una sanción, y
la deportación era más bien expedita. Por ese motivo, un número importante de
migrantes devueltos intentaba internarse nuevamente a territorio norteamericano
y abultaba así las cifras de eventos de aprehensión. Al respecto, la Encuesta sobre
Migración en la Frontera Norte de México (
EMIF-NORTE
) muestra que, en el año
2000, cuatro de cada seis migrantes devueltos habían intentado cruzar la frontera
dos o más veces después de haber sido aprehendidos por las autoridades migratorias
estadounidenses, mientras que en 2010 únicamente dos de cada diez lo hicieron
(Berumen, Ramos y Hernández, 2011). Esto indica que la política implementada
en la Unión Americana para desalentar el reingreso de migrantes devueltos tuvo
los efectos esperados, no solo por la fuerte militarización de la frontera, sino sobre
todo por las sanciones legales impuestas contra quienes ingresaron al país sin
documentos migratorios.