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Efectos de la migración de retorno en los hogares

5.3. Características

sociodemográficas de

los hogares mexicanos

El cuadro 5.3 muestra un conjunto de características sociodemográficas seleccionadas

para los tres tipos de hogares analizados. En la literatura especializada, se ha notado

en reiteradas ocasiones que ciertos patrones de género se modifican con la presencia

de actividad migratoria en los hogares. Un ejemplo de ello es la mayor proporción de

mujeres jefas que se advierte en aquellos hogares con actividad migratoria respecto

a los hogares sin dicha actividad. Si bien se observa un aumento generalizado de tal

jefatura en la década, la brecha sigue siendo favorable para los primeros.

Sin embargo, el comportamiento del sexo en la jefatura de los hogares con

migrantes de retorno se asemeja más a los que no tienen actividad migratoria. Una

posible explicación es que las personas migrantes de retorno se estén insertando en

hogares ya conformados, ocupando mayoritariamente otros roles, o bien que, tras el

retorno, los papeles al interior del hogar “vuelvan a la normalidad” y asuman patrones

tradicionales de género, situación distinta a la de aquellos conmigrantes aún ausentes.

Con relación a la composición de los hogares, aunque las diferencias entre los

diversos tipos son estadísticamente significativas, las variaciones porcentuales son

pequeñas. La característica compartida es que se trata, en todos los casos, de hogares

predominantemente familiares –una forma de vida preferida por los mexicanos,

aunque con estructuras de parentesco muy variadas (Rabell y Gutiérrez, 2014)–,

no obstante, ocurre una leve disminución de su peso relativo en 2010, en particular

debido a los hogares nucleares. Su decremento es menor en los que tienen migrantes

de retorno de Estados Unidos.

En contraparte, el tipo de hogar no familiar que incrementa su incidencia es

el unipersonal, que pasó de representar 6.3 en 2000 a 9.6 por ciento en 2010 en

los hogares sin actividad migratoria, y de 6.2 a 10.2 por ciento, respectivamente,

en aquellos con actividad migratoria pero sin retorno. Si bien los hogares con perso-

nas retornadas de la Unión Americana comparten esta tendencia, permanecen con

niveles menores en ambos años. Este comportamiento es explicable porque se trata

de manera mayoritaria de personas que retornan a hogares ya constituidos y no

a hogares nuevos. Más adelante se retoma este tema.

El aspecto que más distingue a los hogares con retorno migratorio es su com-

posición etaria. Los hogares sin actividad migratoria y aquellos con actividad, pero