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Lasmujeresen losflujosmigratorioshaciaEstadosUnidos...
OfeliaWooMorales
lamigración temporal antesde losnoventacon registrosde la
enadid, o sea, quenoesun fenómeno reciente.
En el Boletín de conapo, al referirse a la migración
femenina temporal con base en la encuesta de la enadid,
se señala que “los varones tienen un promedio demigracio-
nes a Estados Unidos de 2.6 veces y lasmujeres 1.8 veces”
(2000:2). Ávila, Fuentes y Tuirán argumentan que lamigra-
ción de las mujeres trabajadoras temporales es más añeja
de lo que suele aceptarse, sin embargo, losmismos autores
reconocen que la emif “es una valiosa fuente de información
que capta al migrante en el momentomismo del desplaza-
mientoypermiteconocer lospatronesdecontinuidadycam-
biode lamigración temporal” (2001:151).
Por suparte, BerumenySantiago señalanque “exis-
ten resultados contradictorios respecto a la participación
cuantitativa de la mujer en la migración México-Estados
Unidos” (2012:228), los autores se plantean “si en el caso
de México existe una tendencia a la feminización cuanti-
tativa…ya que el fenómeno es más complejo que el simple
análisis de su participación en los volúmenes y en los flujos
migratorios” (Ibídem). Coincidimos con los autores en que
la explicación de lamigración femenina no puede reducirse
a la cuantificación de lamisma. Pizarro hace una propuesta
sobre estedebatey señala:
“la
feminización cuantitativa
es una faceta fundamental
deun fenómenoque tienesignificadosprofundos, nouní-
vocos y demuchos componentes objetivos y subjetivos,
ya que comprende tanto a las transformaciones econó-
micasmundiales y su resultante reestructuración en los
mercados laborales comoa la consolidaciónde redes so-
cialesy familiares, lapotencial autonomíade lasmujeres,
obienunadefinitivasubordinacióna lospatronesdedes-
igualdad…es unánime el reconocimiento de que las polí-
ticas sobremigración ignoran amenudo la dimensión de
género, eludiendo ya sea el tratamiento de situaciones
agudas de vulnerabilidad que afectan amuchasmigran-
tesovictimizandoa lasmujeresde talmodoque impiden
su reconocimiento comoactores sociales” (2003:19).
Enestecapítulonoqueremosdebatir sobre la femini-
zaciónde lamigración, pero si pretendemos recuperar lapro-
puestadePizarrode entender laparticipaciónde lasmujeres
en lamigracióncomoactores sociales, que tienencomponen-
tes estructurales, familiares, objetivos y subjetivos, y que, a
través de la serie histórica de la emif, se puede observar el
comportamientode loshombresyde lasmujeresen losflujos
migratorios, no sólo como una variablemás que nos permita
conocerel datoporsímismo, sinoparaplantearque lascarac-
terísticassociodemográficasytendenciasen lacarreramigra-
toria tienen un componente de género que ubica a hombres
ymujeres en diversas escalas de análisis, como el nivel local,
regional e internacional.
En este contexto, en la base de datos recabada por
la emif a lo largo de veinte años, encontramos diferencias
significativas no sólo entre hombres ymujeres, sino también
variaciones en el grupo femenino ymasculino que queremos
destacar eneste capítulo. Si bien, no tenemos respuestasde-
finitivas para estos resultados, si podemos plantear supues-
tos y líneas de investigaciónpara futuros estudios y creemos
quepueden ser insumosparapolíticaspúblicasenmateriade
migración internacional conperspectivadegénero.