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El estudiode losflujosmigratoriosemergenteshaciaydesdeel norte...
FrancisMestriesyMarioPérez
rondesdemediados de los noventaen las comunidades rura-
les y áreas urbanas, las cuales ofrecían transporte, un lugar
donde hospedarse temporalmente y hasta su contratación
enalgunade lasempresasmaquiladorasubicadasendiversas
ciudades, que para entonces ellos desconocían. Sin embargo,
la pérdida del poder adquisitivo y las crisis de empleoque tu-
vieron lugar en 2005, 2008 y 2010 agudizaron los flujos de
inmigrantes veracruzanos que iban con la idea de quedarse a
vivirytrabajaren la frontera, ydenoverlasolocomopuntode
tránsito o cruce hacia los Estados Unidos (Cruz, 2012:160).
Si bien, labúsquedade trabajoen la industriamaquiladoraera
un atractivo importante para los inmigrantes venidos del sur,
ello no significaba que lo hicieran en lasmejores condiciones,
pues les ofrecían bajos ingresos salariales y no les brindaban
beneficios laborales (Cruz, 2012:161).
Tradicionalmente Veracruz era considerado como
uno de los estadosmás productivos de la región y de atrac-
ción de mano de obra, pero las oscilaciones originadas por
la crisis en el campo y la baja producción agrícola, como la
crisis del café a finales de los ochenta y la contracción de
la economíapetroleradurante ladécadade losnoventa, que
en algún momento se centró en los estados de Tabasco y
Chiapas, le hicieron perder esa importancia y oferta laboral.
La reestructuración de la industria petrolera transformó a
Veracruz en un territorio en decadencia, donde resultaron
afectados los sectores pesquero y agrícola por la contami-
nación de los ríos, suelos y el medio ambiente en general,
colocándolo en una situación económica crítica. El cierre de
empresas comoAgro-nitrogenados enCoatzacoalcos, Cloro
Proit (manto fosfórico) y PetróleosMexicanos (pemex), ori-
ginó despidos masivos, por lo que tanto personal especiali-
zadoy capacitado como trabajadores sinexperiencia sevie-
ronen lanecesidaddeemigrar avariospuntosde la frontera
norte.Unode losdestinos fue laciudaddeCadereyta,Nuevo
León para trabajar en las obras de ampliación de pemex, ahí
fueron llevados por lapropiaempresadePetróleos a laborar
en compañías comocymex, de capital alemán. EnMonterrey
se desempeñaron en oficios donde ponían en práctica su
experiencia laboral en el sector petrolero, aprovechando así
sus conocimientos como electricistas, encargados de alma-
cénomanejandomaquinariaespecializada.
Para 1992 la zona sur de Veracruz presentó cam-
bios en su dinámicamigratoria al perder importancia como
receptora de inmigrantes; en particular los municipios de
Acayucan, Jáltipan, Cosoleacaque, Minatitlán y Coatzacoal-
cos se convirtieron en expulsores demano de obra debido a
la crisis en el sector de la petroquímica cuando se registra-
ron 23 130 personas desempleadas en ese año. En la zona
centro de Veracruz, en la región de Córdoba-Orizaba hubo
ochomil desempleados, producto de la reestructuración de
las fuentes de empleo en el sector industrial y de servicios,
situaciónque repercutióen lasdinámicasdemovilidadde los
indígenas de Zongolica cuando al ya no encontrar trabajo
en Orizaba tuvieron que ampliar sus rutas migratorias por
periodosmás largos de ausencia condestino a la frontera, y
posteriormentea los EstadosUnidos.
A principios de los noventa, los veracruzanos se di-
rigieron, entre otras ciudades de la frontera, a Tijuana para
trabajar en las empresas koarch de México (partes auto-
motrices), Panasonic, Hitachi y Konai-Totou (motores para
computadorasypartesde televisión); aCiudad Juárez, donde
encontraron ocupación en Protoor Silex de Hamilton Beach
(electrodomésticos), ettel (arneses yaccesoriosparaautos)
y en la Phillips de capital holandés (componentes de televi-
sión);yaCiudadAcuña,Coahuila,donde laboraronenArneses
yAccesoriosdeMéxicoyFallomex(partesparaautomóviles).
Hasta estas ciudades y empresas llegaron miles de
veracruzanos cono sinexperiencia laboral enel sector indus-
trial (Cfr. Anguiano, 2005), quienes debido a la crisis laboral
en las ciudades y áreas rurales deorigen se vieronorillados a