160
Encuesta sobreMigración en la FronteraNorte deMéxico
ficosde losmigrantesde retornoy losdevueltos, ahoraen su
tránsitodenorteasur, complementandoconuna tipologíade
los retornadosyuna reflexiónapartir de loshallazgos.
LamigracióndeveracruzanosalnortedeMéxico
La fronteranortedeMéxicoha sidodesde losaños setenta, y
demaneramás importante desdemediados de los noventa,
el destino ideal para trabajar debido a laoferta laboral de las
plantasmaquiladorasyel augede la industriaen las ciudades
fronterizas que mostraron un alto crecimiento económico,
por lo cual se ha convertido en una zona de atracción para
milesde inmigrantesprovenientesdel sur.
A partir de las observaciones etnográficas y recorri-
dos de campopormunicipios y comunidades rurales del cen-
tro y sur de Veracruz identificamos que, desde principios de
losañosnoventa, sediounamigraciónaceleradahacia la fron-
tera norte y los EstadosUnidos. Llama la atención la presen-
ciaen los flujos emergentes demigrantes procedentes de los
estados deOaxaca yGuerrero, de donde incluso, por subajo
capital económicoy social, sepensóque, como lohacenotar
Bustamante: “sonunaexcepcióna la reglageneral deque los
niveles de pobreza no están asociados a la probabilidad de
emigracióna los EstadosUnidos” (Bustamante, 1997:342).
Una década después, para el año 2000, las tasas
demigración hacia las ciudades fronterizas se elevaron de
manera considerable destacando como receptoras Nuevo
Laredo, Matamoros, Ciudad Juárez yTijuana por los flujos
de inmigrantesveracruzanos,así comotambiéndeestadosde
migraciónemergente comoChiapas, TabascoyOaxaca,mis-
mosquepierden importanciaparael 2010 (Cruz, 2012:169),
lo que significa que hay una redefinición permanente de las
dinámicas demovilidad, de lugares deorigen ydestino en los
que interactúan los nuevosmigrantes en busca de trabajo o
mejores condicionesdevidaparaellosy sus familias.
Los flujosmigratorios que van hacia la frontera norte
presentancaracterísticasdistintasa lasdelpasadoyperfilesmás
heterogéneos, se componen mayoritariamente de hombres
adultos, pero tambiénhay jóvenesymujeresprovenientesdel
medio rural o ex-obreros, algunos de ellos acostumbrados a
percibir un buen ingreso y que, por ello, no se conformaban
con los salarios que obtenían, ni con los periodos cortos de
contratación. Si antes el capital transnacional se instalaba en
el sur paraobtenermanodeobrabarataquehiciera rentable
y competitiva su empresa, hoy cambian de lugar geográfico
losmercados de trabajo dando paso a una transnacionaliza-
ciónde lospropios trabajadores.
Coincidimos con Cruz (2012:159) en considerar a
la frontera norte de México como la “tierra de oportunida-
des” o como los lugares donde “hay trabajo”, debido a que
durante la segunda mitad de los años ochenta y noventa
se convirtió en un destino para miles de veracruzanos que
arribaban solos o acompañados de sus familias en busca de
trabajo.Desdeprincipiosde losañosochenta, losveracruza-
nos empezaron a llegar a la ciudad de Reynosa, Tamaulipas
(Jurado, 2011: 478), lamayoría de ellos contratados en sus
comunidadesdeorigenhastadondearribaron losengancha-
dores, integrantes de redes de intermediarios procedentes
dediversos lugares de la frontera.
Losveracruzanosaprovecharon lasopcionesdetraba-
joque seofertabanen la frontera, justoenmomentosenque
atravesabanpor contextosde crisiseconómicasydesempleo
debidoa lapobrezaque se viveenelmedio rural, la reestruc-
turaciónde losprocesosdedesarrollo industrial yde lapetro-
química, y por las contracciones en losmercados de trabajo
en las empresas que integran los corredores industriales del
norte: Poza Rica-Tuxpan, centro: Córdoba-Orizaba, y del sur:
Coatzacoalcos-Minatitlán. Para ir a la fronteranorte los vera-
cruzanos utilizaronmecanismos de enganche y contratación
queofrecen “lasagenciasdeviaje” odeempleoqueaparecie-