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perceptores de remesas están ocupados.
Llama la atención que se trata, en una
proporción que varía aproximadamente
entre cincuenta y sesenta por ciento
según tamaño de la localidad, de trabaja-
dores por cuenta propia (54.4% en
promedio); asimismo, casi doce por
ciento, en promedio, son patrones o
empleadores, y casi tres de cada diez son
asalariados (39.4% en localidades de
2 500 o más habitantes, y 20.7 por
ciento en localidades pequeñas). En
contraste el porcentaje de trabajadores
por cuenta propia de los hogares que no
reciben remesas, no rebasa el 30 por
ciento en el caso de las zonas rurales, y
es inferior a un quinto para las áreas no
rurales; por su parte, en las mismas
segmentaciones territoriales, los asalaria-
dos representan 46 y 70 por ciento,
respectivamente.
u
Condición de percepción de otro tipo de
ingreso corriente monetario
. En las
localidades de 2 500 o más habitantes, la
mitad de los individuos que reciben
remesas del exterior no tienen otra fuente
de ingreso corriente monetario. Esta
proporción disminuye a 42.6 por ciento
en las localidades rurales.
Los indicadores presentados son útiles
no sólo para pincelar un perfil
socioeconómico y demográfico de los
hogares que perciben remesas desde Estados
Unidos, sino también para ir elaborando una
construcción conceptual, sustentada en
información representativa a nivel nacional,
de la dinámica social de la migración en
general, y de la importancia de las remesas
en el ámbito de las unidades domésticas.
Usos principales de las remesas
a importancia cualitativa de las
remesas procedentes deEstados
Unidos ha sido investigada habitualmente
indagando el destino o aplicación de estos
recursos a nivel de los hogares receptores.
Esto ha tenido lugar recabando información a
través de encuestas de hogares o de
migrantes en flujo, preguntando directamente
al que envía los dólares o bien a los familia-
res que los reciben.
Remesas y estructura
del gasto de los hogares
La información proveniente de la
ENIGH
de
1996 permite indagar inicialmente si existen
diferencias en la composición del gasto
monetario entre los hogares que reciben
remesas y los hogares que no cuentan con
transferencias monetarias del exterior. En el
cuadro 7 se presentan datos concernientes a
la estructura del gasto monetario para los dos
tipos de hogares, clasificados por tamaño de
localidad. Algunos de los aspectos más
destacables de la información contenida en
el cuadro, son los siguientes:
u
En ambos conjuntos de hogares y tanto en
áreas rurales como no rurales, alrededor
de ocho de cada diez pesos gastados
corresponden a gasto corriente, que
incluye
alimentos, vestido, cuidados de la
casa, salud, transporte, educación, espar-
cimiento y otros gastos
; es decir, princi-
palmente rubros de gasto referidos al
sustento familiar. El 20 por ciento restante
se aplica en las denominadas erogaciones
financieras y de capital.
u
Aunque las proporciones de gasto dedica-
das a las dos grandes categorías antes
mencionadas son muy semejantes entre
ambos conjuntos de hogares, parecería
observarse un menor peso relativo de
gasto corriente en las unidades domésti-
cas con remesas y, en contraparte, mayor
porcentaje de erogaciones financieras y
de capital.
2
Tales diferencias son bastante
L
2
Cabe recordar que se trata de estimaciones puntuales contenidas
en una estimación de intervalo.