Página 9 - BoletinNum1

Versión de HTML Básico

9
Número 1
Fuente: Estimaciones de CONAPO con base en la
Current Population
Survey
(CPS), suplemento de marzo de 2012.
Gráfica 3.
Razón del ingreso por hora promedio
de las mujeres nativas blancas respecto del ingreso
de las mujeres mexicanas y otras inmigrantes
en Estados Unidos según escolaridad, 2012
hora promedio es 1.3 veces más alto en mujeres
nativas blancas altamente calificadas con respecto
al salario percibido por las inmigrantes mexicanas
con el mismo nivel educativo. Ello significa que
las mexicanas con alta calificación ganan 30 por
ciento menos que las nativas blancas con similares
características, lo que remite a un estereotipo
que constriñe a los migrantes mexicanos
a priori
como poco calificados y de baja productividad y
los relega a estos puestos, sin importar que posean
competencias especializadas.
Por el contrario, las inmigrantes con estudios
superiores de otras regiones perciben salarios más
elevados que las nativas blancas, y este diferencial
se explica porque muchas de las inmigrantes no
mexicanas son altamente calificadas, y llegan a
Estados Unidos llamadas a cubrir empleos acordes
con su nivel de educación (véase gráfica 3).
Cobertura de salud y plan
de pensión o retiro
En el contexto del mercado de trabajo esta-
dounidense, la responsabilidad del acceso a
algunas prestaciones recae en el mercado y
en el empleador, situación que excluye a una
proporción de la fuerza de trabajo según nivel
de calificación, estatus migratorio y adscripción
étnica. Los indicadores seleccionados para con-
textualizar la situación de las mexicanas en este
país son el acceso a seguro médico y el plan de
pensión o retiro ofrecidos por el empleador.
Los datos del cuadro 2 muestran que
48 por ciento de mujeres cuenta con seguro
médico ofrecido por el empleador. No obstante,
cuando se agrega la condición de etnicidad, dicha
prestación para las mexicanas es francamente
desventajosa (28%) con respecto a otros grupos
(44 y 50% de otras inmigrantes y nativas blancas,
respectivamente). Sin embargo, estos resultados deben
ser matizados, pues a diferencia de México, en
donde la dotación de seguridad médica descansa
en el Estado, en la Unión Americana el seguro de
salud depende de varias circunstancias, como lo
son en primer término el empleador, pero también
el acceso a programas públicos o privados. Para el
caso mexicano, un trabajo reciente elaborado por
CONAPO
6
indica que, pese a ser menos propensos
a adquirir un seguro médico a través del empleador,
31 por ciento de los inmigrantes mexicanos adultos
cuenta con un seguro médico público.
El plan de pensión o retiro ofrecido por el
empleador cubre a más de la mitad de las mujeres
blancas no hispanas, como era de esperarse, y el
porcentaje de otras inmigrantes no mexicanas se
aproxima más al exhibido por las nativas (dos de
6 Leite, Paula, Selene Gaspar, Luis Acevedo, Guillermo Pare-
des, Rodrigo Villaseñor, Xóchitl Castañeda y Steven P. Wallace
(2008), “Migración y Salud. Latinos en los Estados Unidos”.Mé-
xico, Consejo Nacional de Población, Universidad de California,
Iniciativa de Salud de las Américas.
OMI