Página 7 - BoletinNum1

Versión de HTML Básico

7
Número 1
Tasas de desempleo
Al igual que las tasas de participación económica,
las tasas de desempleo se ven afectadas en periodos
de recesión económica. En especial, en el año 2009,
la crisis económica acaecida a escala mundial tu-
vo impactos muy severos en el mercado laboral
estadounidense, y fue particularmente crítica para
los mexicanos y las mexicanas. Tan sólo entre 2008
y 2009, la tasa de desempleo de las mexicanas se
incrementó en seis puntos porcentuales, alcanzando
el último año la cifra de 14.6 por ciento, situándose
en 12.5 por ciento en 2012, muy por encima de las
correspondientes a las nativas blancas y al conjunto de
las demás inmigrantes (6.3 y 7.8 %, respectivamente).
Ocupación
El patrón de desempeño laboral del grupo feme-
nino mexicano está inherentemente ligado a su
capital humano, experiencia y estatus migratorio.
Como ya fue acusado anteriormente, predomina,
por mucho, el bajo nivel de estudios (véase
cuadro 1) y la condición de indocumentadas, lo
que obstaculiza su desempeño en ocupaciones
calificadas con alta remuneración. El mercado
de trabajo de Estados Unidos se caracteriza
por una demanda bipolar de trabajadores mi-
grantes, es decir, al tiempo que requiere de
mano de obra extranjera altamente calificada,
también demanda trabajadores para empleos
de baja calificación y condiciones precarias.
En este contexto, las alternativas laborales de
la mayoría de las inmigrantes mexicanas, en
general con baja calificación e indocumentadas,
se concentran en el segmento de la base de la
pirámide ocupacional (véase gráfica 2).
Inversamente, sólo 12 por ciento de las me-
xicanas ocupadas se desempeña en actividades
ejecutivas, profesionistas o técnicas, frente al 39
y 46 por ciento que exhiben otras inmigrantes y
nativas blancas. En el sector agropecuario también
hay diferencias, pues, aunque pequeño, éste con-
centra un grupo de mujeres mexicanas en mayor
proporción que el de otras inmigrantes y las
nativas blancas.
Jornada laboral
La mayoría de las mujeres de los tres grupos
analizados labora en jornadas completas (ocho
horas diarias). No obstante, las mexicanas son
más propensas a cubrir jornadas de tiempo parcial
(30%) que las otras inmigrantes y las nativas blancas
(23 y 26%, respectivamente) (véase cuadro 2).
Salarios
Otro factor de análisis de las condiciones de inserción
laboral de la población femenina mexicana en la
Unión Americana es el de los ingresos. Estudios
recientes han señalado la existencia de brechas sa-
lariales entre las mujeres inmigrantes mexicanas con
respecto al resto de inmigrantes y las nativas blan-
cas.
5
En virtud de las ocupaciones manuales de baja
calificación que desempeñan las mexicanas en este
país, nuestras connacionales perciben un ingreso
de alrededor de 22 mil dólares al año, un promedio
bajo si lo comparamos con las nativas blancas o las
inmigrantes de otras regiones (alrededor de 39 mil
dólares anuales en promedio). Más aún, al indagar
sobre el ingreso según jornada laboral, se observa
una gran distancia entre los salarios devengados por
mujeres mexicanas en empleos de tiempo completo
en comparación con los salarios obtenidos por las
otras inmigrantes y las nativas blancas. La brecha
salarial entre mexicanas, otras inmigrantes y nativas
blancas se reduce, pero aún subsiste en los empleos
a tiempo parcial.
5
Giorguli, Silvia E. y Selene Gaspar (2008),
Inserción
ocupacional, ingreso y prestaciones de losmexicanos enEs-
tadosUnidos
,México,ConsejoNacional dePoblación.
OMI