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Migración Internacional
Comentarios finales
Los resultados presentados en este boletín destacan
una creciente diferenciación entre el perfil de las
mujeres y hombres mexicanos, así como respecto
de las otras inmigrantes y las nativas blancas.
Particularmente dramático es el contexto
en el que se desenvuelven las mexicanas insertas
en la actividad económica en comparación con
las nativas estadounidenses y otras inmigrantes.
Debido a su estatus mayoritariamente no do-
cumentado y a la baja calificación que poseen
muchas de las connacionales, el mercado laboral
estadounidense las relega al segmento de empleos
con baja calificación y precarias condiciones
laborales. Aunado a estas condiciones, la recesión
de 2009 ahondó más la desfavorable situación
económica de las mexicanas que, aunque son
el grupo femenino con la tasa de participación
económica más baja del resto de mujeres estudiada,
vieron elevar su tasa de desempleo en una mayor
proporción que las mujeres de los grupos de
referencia. Como si esto fuera poco, las brechas
salariales entre las mujeres mexicanas con alta
escolaridad y sus pares inmigrantes no mexicanas
y nativas, las cuales tienen mayores probabilidades
de desempeñarse en actividades más calificadas,
en una nación donde la alta calificación es
sumamente valorada, se disparan, lo que apunta
a procesos de discriminación o aplicación de
falsos estereotipos con respecto a los mexicanos
que afectan severamente su calidad de vida y,
consecuentemente, los procesos de integración
de éstas a territorio estadounidense. No es raro
encontrar que una tercera parte de las mexicanas
en ese país esté en condición de pobreza.
Finalmente, algunos de los resultados más
importantes derivados del análisis de las uni-
dades domésticas mexicanas dirigidas por
mujeres no son muy halagüeños. Se destaca
la elevada proporción de hogares mexicanos
con jefatura femenina en Estados Unidos en
condiciones de pobreza, al mostrar que, en tér-
minos absolutos, de los 2.1 millones de hogares
encabezados por mexicanas en ese país, el 40
por ciento corresponde a unidades domésticas
con jefas mexicanas pobres. Más aún, se
identificó como especialmente vulnerables a
aquellos hogares con hijos menores de 18 años,
conformados por estructuras complejas o ex-
tensas, y monoparentales. Se resalta además la
mayor pobreza de las unidades domésticas con
condición de ciudadanía mixta, incluso por encima
de aquellas compuestas exclusivamente por
ciudadanos mexicanos (hogares sin ciudadanía).
A este respecto, las políticas estadounidenses de
integración, en términos de derechos y benefi-
cios, han sido restringidas u obstaculizadas para
los grupos inmigrantes no documentados y su
descendencia, que es el caso del grupo mexicano, lo
que ha agravado sus condiciones de vida en este país.
En términos generales, estos resultados revelan
la vulnerabilidad de las mexicanas en Estados Unidos,
en especial cuando asumen el rol de jefas del hogar.
Sería deseable contar con opciones de políticas
que ayudaran a contrarrestar estos diferenciales y
a garantizar mejores condiciones de vida para las
connacionales y sus familias en ese lugar.